Modulo 2/3
La cultura entre la educación, los espacios mediáticos y los jóvenes
La cultura entre la educación, los espacios mediáticos y los jóvenes
Se dice que los espacios mediáticos nada tienen que ver con la cultura..... que los agentes encargados de formar sujetos capaces de incorporarse en la sociedad, en la cultura, son las instituciones educativas. Ahora bien, que ocurre en una sociedad, en donde las instituciones educativas son atravesadas por la cultura mediática actual. Hoy podríamos pensar a las instituciones educativas como reproductoras de cultura mediática?.
Sobre los diferentes modos de ver la inclusión de los medios y las nuevas tecnologías, considero que hoy conviven los diferentes posicionamientos que nombran en el Texto de Huergo, Wicki y Irschick. Los discursos se mezclan y funden en las prácticas docentes diarias, asumiendo que muchas de las cosas que ocurren en el ámbito educativo son responsabilidad de los modelos que marcan como tendencia la cultura mediática. “La pregunta que surge, entonces, es si es posible achicar la distancia, cada vez más grande, entre la cultura escolar y la cultura mediática, sabiendo que ambas constituyen, hoy, el territorio común de la formación de las subjetividades. ¿Cómo podemos acercarnos a las culturas infantiles y juveniles, a sus experiencias cotidianas, a sus consumos mediáticos, y a la vez encarar una acción pedagógica que permita problematizar y cuestionar la aparente transparencia de los mensajes mediáticos y los valores impuestos por la cultura del consumo?” (Susana Bermúdez)
Ante esta pregunta pienso que la cultura mediática y las nuevas tecnologías aplicadas a la educación, por el simple hecho de utilizarla, no garantiza una exitosa formación. Si puede significar un apoyo, diferentes configuraciones de apoyo para el acceso a los aprendizajes.
La cultura se va modificando, la vamos modificando, y considero que tenemos que acercarnos, no rechazar lo nuevo, y que pueda estar al servicio de nuestras vidas, para mejorar la calidad de las diferentes prácticas. Para esto, los docentes debemos aggiornarnos para que no nos desborde y quedemos en una posición contante de negativa ante esta cultura mediática que nos invita a formar parte de nuestra vida.
Realizando el recorrido por los textos del modulo 3, me quedaba pensando en las diferentes culturas que hoy conviven, el posicionamiento de los jóvenes, el lugar de lo viejo, de lo antiguo, y todo me significaba dos palabras entre interrogantes; Herencia y trasmisión.
Y busque en la biblioteca un libro de una autor al que admiro mucho encontrando una frase increíble: “…Hoy las diferentes generaciones se miran con desconfianza, casi no se hablan, así no se reconocen, se temen y ya no se buscan los unos a los otros.” (…) “…Hoy se dice que asistimos a una inversión de la lógica del saber, que ahora es el joven el que sabe, que ser joven consiste en saber ese saber. También se dice que ser joven supone el desposeimiento de la idea misma de juventud y, por eso mismo, porque no se deja atrapar en una única identidad, se produce la cancelación del futuro, la vida instalada en una cuerda floja. Se dice, además, que hay un borramiento entre las generaciones y, con ello, la disolución de la autoridad, el rechazo puntual y puntilloso a la tradición, a la memoria y a la herencia”. (Skliar, C[1].)
Aquí me acordé de un trabajo que realicé en la Maestría en Educación que curse hace dos años. Me gustaría compartir algunos párrafos, sintiendo que se problematiza un poco (o mucho) la cuestión de los jóvenes, de la cultura, y de la educación y las nuevas tecnologías. (Si alguien quiere leer más les envió el ensayo completo).
La herencia, se define desde los términos psicológicos como rasgo recibido de los progenitores y susceptible de ser transmitido a los sucesores.
Si lo definimos desde un sentido estricto como herencia biológica, viene determinada por la constitución genética celular que ha recibido de sus progenitores. La herencia como un mensaje cifrado que se transmite de generación en generación.
En cambio, cuando los procesos de trasmisión se refieren al legado cultural, se habla de “Herencia Cultural”. La herencia social es la parte de la personalidad sociocultural adquirida a través del proceso de socialización o aprendizaje, por lo que la herencia se podría asimilar a la tradición.
La herencia está ligada a la transmisión, concepto trabajado por Régis Debray[2], en su libro “Transmitir”, donde realiza una diferenciación entre trasmitir y comunicar, entendiendo a la transmisión como un término regulador y ordenador en razón de un triple alcance; material, diacrónico y político. En el alcance material, indica que la transmisión implica tanto a los bienes como a las ideas; respecto a lo diacrónico, establece un vínculo entre los muertos y los vivos, la transmisión intenta prolongar, con la religión, arte, ideología; respecto del alcance político, el canal por el que transmite, no se reduce a un mecanismo físico, ni a un dispositivo industrial, sino que duplica el soporte técnico de la comunicación mediante una persona moral “si la vida se perpetúa a través del instinto, la herencia no carece de proyecto, proyección que no tiene nada de biológica. La transmisión es carga, misión, obligación: cultura”.
Para Legendre[3], cuando se dice suceder, “…se va a penas más allá del discurso común sobre la herencia, vislumbrando unas veces en relación con la reproducción de las clases sociales, otra en perspectiva a los dispositivos de elección o de renovación estatutaria del personal político y administrativo…”sin embargo observa otras facetas del término, en tanto objeto abstracto de la transmisión. Vivimos en nombre de. “… lo que va bien en una sociedad es la transmisión –la transmisión de los mensajes que ponen en movimiento el lugar mítico de la Referencia absoluta…” No se trata de un pasaje jurídico, se trata de “…la vida de cada sujeto en sociedad…” la transmisión trabaja en todo lo que se trata de suceder “…donde los grandes aglomerados humanos juegan su propia reproducción: fabricar subjetividad.”, un artificio. Nadie nace sujeto. (Legendre: 1996; 163)
Ahora, se puede pensar que nos encontramos transitando por las “nuevas juventudes” herederas de tradiciones en “crisis”, o en “cuestión”. Skliar[4] nos habla de crisis de la conversación, relacionado con “… una fuerte rajadura de la herencia, de lo heredado, de la tradición, que aquello que es anterior, que es mayor, que excede a cualquier edad, a cualquier generación….” Y continúa con la posibilidad de pensar que no solo la fractura se encuentra en la herencia, sino también en quien la recibe, en el heredero, en una especie de “… disponerse, dócilmente, a una amnesia visceral, casi involuntaria. O temblor de un heredero que sólo puede, en vez de padecerla, elegir mantenerla en vida con su propia vida; mantener en vida su propia vida, sin pasar por el trance de una aceptación de la herencia como afirmación incondicional del origen de la autoridad, del principio de la ley.”
¿Será cierto entonces, que hoy los jóvenes quedan atrapados en la incertidumbre, donde no hay herencia posible que pueda anclar la ley, la herencia cultural, y la trasmisión desde su tiple alcance?
Antes la tradición, en términos de Arendt[5], santificaba el pasado, hoy el pasado, lo viejo, queda obsoleto ante una sociedad que cambia constantemente en función de lo nuevo, de la novedad.
Siguiendo el pensamiento de Jorge Larrosa[6], sobre educación y continuidad, se podría considerar la trasmisión educativa como un “acontecimiento”, un acontecimiento que produce un intervalo, un sincopado, una diferencia, la apertura del porvenir, continúa el autor.
¿Es posible entonces pensar las nuevas infancias y juventudes, pudiendo ser sujetos dentro de una discontinuidad?
Yo creo que sí.
[3] LEGENDRE, Pierre; (1996) El inestimable objeto de la transmisión. México : Siglo XXI.
[5] Hannah Arendt. Entre el pasado y el futuro. Ocho ejercicios sobre la reflexión política. Ediciones Península. Barcelona
[6] Larrosa Jorge. Dar la Palabra. Notas para una dialógica de la trasmisión, en Habitantes de Babel, políticas y poéticas de la diferencia. (2008). Laertes. Barcelona.
Laura Reboredo
Hola Laura. Cuántos autores pensado la transmisión!!! Algún problema con eso ha de haber para que estén todos tan preocupados ¿no?
ResponderEliminarA pesar de la extensión que le dedicás al post (demasiada, te diría) sigo pensando que descuidás los aportes especísficos del taller. Por ejemplo, la idea de Jesús Martín Barbero sobre la emergencia de las culturas prefigurativas me parece que venía al caso de las cuestiones que planteas. No sé por qué no la retomaste. Como veo que te interesa el tema, te recomiendo que lo hagas antes de presentarte el jueves a la evaluación final.
Nos vemos!