“Nadie sabe todo,
todos sabemos algo;
Nadie ignora todo,
todos ignoramos algo;
por eso, aprendemos siempre”
Paulo Freire
El comenzar a transitar el tramo de formación profesional necesariamente llevó a que me inicie en un recorrido de reflexión y pensamiento crítico acerca del modelo educativo que se encuentra vigente en nuestras sociedades desde hace más de un siglo.
La primera idea que se me vino a la cabeza fue el recuerdo del título de un libro de Eduardo Galeano: “Patas para arriba: la escuela del mundo del revés”, allí el autor parafrasea:
“El mundo al revés nos entrena para ver al prójimo como una amenaza y no como una promesa, nos reduce a la soledad y nos consuela con drogas químicas y con amigos cibernéticos (…)
¿Será esta libertad, la libertad de elegir entre estas desdichas amenazadas, nuestra única libertad posible? El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y a aceptar el futuro en lugar de imaginarlo (…) En su escuela, escuela del crimen, son obligatorias las clases de impotencia, amnesia y resignación”.
Esto llevó a cuestionarme ¿cuánto hay de todo esto en nuestra realidad educativa?
Considero que la mayoría de nosotros está acostumbrado a un modelo de educación donde a la escuela se va a buscar verdades y respuestas a todo lo “desconocido”(clases de impotencia, amnesia y resignación); donde el docente tiene el saber y el alumno es un depósito de conocimientos, realidades y pautas a adquirir; donde se espera que se cumplan con ciertos logros estipulados para ser considerado un ser íntegro y capaz, sin un conocimiento de las características de la sociedad sobre la que se aplica, y donde el que no lo “aprueba” es visto como “un chico con problemas”, diferente, al que “no le da”, del que “¿qué se puede esperar?”, el prójimo como amenaza. Es desde aquí que lo pienso como un ámbito plenamente selectivo y segregativo.
Sin embargo es lo que conocemos, es como nos criamos, allí nos movemos cómodos, con “conocimiento”… ¿o a caso no estamos estructurados bajo sus normas?, para nosotros es Lo Normal, y cualquier nueva estrategia de aprendizaje que nos propongan nos aterra y paraliza.
La escuela de hoy nos prepara para ser exitosos trabajadores; ciudadanos responsables y políticamente correctos mañana.
¿Pero cuánto se corresponde este modelo, sarmientino, selectivo, por decirlo de alguna manera, con el contexto actual?
Es sabido que dicha lógica está pensada por cabezas que vivieron hace más de un siglo y que, obviamente, tenían otros objetivos y vivían otras situaciones.
Pero los tiempos cambiaron y con ellos las sociedades en su totalidad, el mundo cambió.
Actualmente, a mi entender, se necesitan otras formas de educación…creo que otra educación es posible!!
Considero que es necesario un sistema educativo que valore a cada sujeto desde sus capacidades, potencialidades y realidades de vida, que estimule la indagación, pensamiento crítico y elaboración propia, que incorpore las propias experiencias, todos tenemos algo para enseñar.
A partir de la lectura de la experiencia llevada a cabo por Prieto Castillo en Guatemala sobre la elaboración de textos paralelos, pude dar cuenta de la importancia de la auto-producción. Desarrollando esta práctica uno se enfrenta al texto desde otra perspectiva, con la intención de interrogarlo y pensarlo; y desde allí produce conocimiento mediante la incorporación y creación de aprendizaje.
Por otro lado, la valoración y contención del sujeto es, desde mi punto de vista, fundamental para el desarrollo del mismo. ¿Acaso no nos relajamos y “abrimos” ante un otro confiable, que no nos muestre diferencias de jerarquías y que nos valore por quien somos?.
Con esto se me hace presente una escena de la película “Los diarios de los escritores de la libertad”; los alumnos ante el pedido, no obligatorio, de escribir sus propios diarios, con sus experiencias de vida, se sienten valorados, escuchados y en igualdad de condiciones, en tanto seres humanos, por su docente. Se produce un vínculo horizontal.
Desde aquí que creo, fehacientemente, que tales condiciones predisponen favorablemente al alumno para la incorporación y producción de saber.
Más allá de lo antedicho, estoy de acuerdo con que el sistema educativo tiene un fin, que fue creado para algo y debe actuar en función del mismo. Es fundamental mostrar y entregar herramientas para que el sujeto pueda desenvolverse en una vida en sociedad, por ello considero importante la trasmisión de hábitos, valores y el carácter normativo que desde la escuela se propone, es un agente de socialización y como tal, nos enseña a vivir en sociedad; pero a la vez sus métodos quedaron en el tiempo.
Aprender, tal como dice Paulo Freire, no debería ser “un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas”.
Florencia Reale
Qué lindo post, Florencia!
ResponderEliminarEs teóricamente impecable como vas retomando los aspectos más importantes de lo trabajado en la clase y el modo en que los re-creas desde la apropiación personal que hacés de los temas.
Una sola cosa: Se notá que te gusta (leer) y escribir -y lo hacés muy bien- pero para la próxima, me gustaría que trates de explotar también otros recursos hiper-textuales (gráficos, fotos, videos,etc.).
La búsqueda de transformar la escolarización de las prácticas educativas también pasa por su descentramiento de la lectura/escritura tipográfica como eje central.