Reflexionando sobre la educación
Encontrarme con una hoja en
blanco, representando la posibilidad de escribir en libertad, creatividad,
pensamiento crítico, reflexionar sobre prácticas etc., etc., etc..
Lo que en un primer momento
ocurrió fue justamente eso: hoja en blanco….. y las ganas de tener una consigna
cerrada, estructurada, que guie la respuesta “justa” o “correcta”.
Entonces se habilitó la
posibilidad de reflexionar sobre las enseñanzas, y sobre mi propia práctica en
la docencia, donde uno enarbola la bandera de enseñar a pensar, a reflexionar,
a pensar críticamente, y siempre, o en la mayoría de las veces, caemos en
prácticas centradas en la pedagogía tradicional disfrazada por el discurso del
aprendizaje significativo; pero para quien es significativo ese aprendizaje? Y
creo que este puede ser un buen punto de partida para poder reflexionar sobre
la educación.
Hoy desde el lugar de
formación para profesor de niveles terciarios, es donde se puede dar una hoja
en blanco, y que cada uno pueda trazar y reflexionar sobre las propias
experiencias, y construir aprendizajes significativos.
En
cuanto a la película “Los diarios de los escritores de la libertad”, es
significativa la escena que los alumnos pueden dejar ser los protagonistas que escriban
su propia vida, su propia historia (escribiendo un Diario) y pasar del lugar de
objetos, tabulas razas a ser sujeto “sujetado” a una historia, a saberes
previos, etc.
Principalmente, considero que
la reflexión supone reconocer que el proceso de enseñar a aprender se da
durante toda la vida de un profesional que elige la profesión. Esto implicaría
la necesidad de buscar evidencias de buenas prácticas que generan un vínculo
con la capacidad de enseñar y aprender. Quizá los docentes que no lograr la reflexión
sobre sus prácticas, aceptan en forma acrítica la propuesta de cada escuela, la
repetición continua de contenidos vacios, sin importar quienes están sentados
en las aulas.
Para cerrar, o para continuar,
la reflexión de la práctica docente para repensar la educación, implicaría
intuición, emoción, creatividad y pasión.
Laura Reboredo
Hola Lali ¿me recordás tu nombre y apellido por favorrrrrrrrrrrrrrrrr?
ResponderEliminarlaura reboredo
Eliminargracias
EliminarY yo agregaría -siguiendolo a Daniel Prieto Castillo-, que repensar la educación y la prática docente necesita de PRODUCTIVIDAD DISCURSIVA. Eso mismo que tan bien lográs en este post!
ResponderEliminarAdemás, geniales las viñetas del final. Para hacerles un cuadro.
PD: Acordate de firmar tus publicaciones de modo que te pueda reconocer y pasarte la nota.
Lali me senti muy identificada cuando dijiste de sentirte una hoja en blanco frente al tramo...a mi me paso lo mismo en algunas oportunidades... Es muy cierto que a muchos le cuesta la autocritica, y a veces me ha pasado, pero que es bueno tener la capacidad de autocriticarnos en que mejorariamos, yo por lo menos trato de hacerlo seguido y sigo buscando herramientas, las que a veces me parecen tan escasas... Pero retomo, desde los mismos alumnos...ellos que seguidamente pueden enseñarnos desde sus experiencias...que a veces tan crudas, no solo nos enseñan a ser docentes sino mejores personas y a reconocer una realidad que repetidamente queremos negar en personitas tan chiquitas...
ResponderEliminarque encanta Lau tu reflexion...y aunque mi experiencia docente es menor, me siento identificada con lo que planteas...Agregaria a tu ultimo parrafo, en relacion a la reflexion de los docentes, la importancia de sentir profunda confianza en los alumnos, en sus capacidades, enlas posibilidades de superacion y de aprender hasta el ultimo dia que hacen a la esencia humana. Creo que cuando logramos pensarlo y aceptarlo, los alumnos lo perciben y eso funciona como un estimulo muy fuerte, a nivel escolar y tambien a nivel personal (autoestima)...Y asi, la escuela logra impactar en la construccion no solo de alumnos sino de sujetos.
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